domingo, 5 de septiembre de 2010

Entre dos vientos


El proceso que experimentamos con la emigración es en cierta forma parecido a un viaje. Nos cambia, no sabemos lo que hay delante porque el mismo tiempo hace que las circunstancias no sean las mismas y  tengamos que ir diseñando nuevas estrategias de adaptación a las nuevas necesidades. Lo que pasa es que sobre todo una cultura actúa como una referencia de comportamientos que nos hacen la vida más sencilla. ¿Qué valores hemos de tener en cuenta y que respuestas son las más adecuadas para las situaciones que experimentamos es en cierta medida como estar en medio de un puente no demasiado seguro.

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